Si uno busca en la concordancia la palabra “Sion” encontrará que hay más de 150 referencias. El monte Sion, además de ser un lugar geográfico, es la representación de Israel, la familia hebrea que provenía desde la promesa a Jacob. 

El monte Sion es una de las referencias y contiene miles de promesas, sobre todo una futura: de allí saldrá el orden y la “enseñanza” de su palabra (Isaías 2:9). Así, este monte que representa lo que fue, es y será no solo la nación de Israel, sino también la Iglesia, hace que no sea un simple accidente geográfico, sino que es la representación de las promesas que cumple Dios.

El monte y su relación con David

Sion tiene varias referencias geográficas, algunas de las cuales se usaban desde la antigüedad y perduraron en el tiempo. En este alto se encontraba la Ciudad de David. 

Primero se le llamó Sion a la fortaleza de los jebuseos que David conquistó, en coincidencia con lo que dice la escritura en 1 Samuel 5:7 (Diccionario de la Biblia Ilustrado, Caribe: 1979). Luego, en los primeros siglos del cristianismo, correspondió a la colina del suroeste de Jerusalén, aunque excavaciones realizadas en el siglo XX determinaron que la fortaleza de David en realidad se encontraba en el sureste de Jerusalén.

Lugar de múltiples acontecimientos importantes: el nacimiento del cristianismo 

En estas colinas se encuentran varios edificios que han dado lugar a las creencias y doctrinas fundamentales del cristianismo actual. 

Pero, en el Antiguo Testamento, también fue el lugar donde David decidió colocar el arca de Dios y transformar a Sion en la “capital política y religiosa de Israel” (Diccionario antes mencionado). Esto debió dar lugar a las referencias, sobre todo en los Salmos, de Sion como habitación de Dios. Acá tenemos algunos ejemplos:

Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos, La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia; Este monte de Sion, donde has habitado”, Salmos 74:2

He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos, que mora en el monte de Sion”, Isaías 8:18

Dijo: Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y los campos de los pastores se enlutarán, y se secará la cumbre del Carmelo”, Amós 1:2

Es por esto que Jerusalén, el monte y todo lo que ello representaba, debía ser el lugar donde el mismo Dios enviaba su voz, ya sea amistosa, de juicio, de condenación o de tranquilidad.

Pero no sólo era la representación del gobierno de Dios en la Tierra, sino que también fue asiento de muchos lugares importantes:
  • La tumba de David: lugar importante, al ser de uno de los reyes más queridos por Israel. Actualmente, muchos judíos llegan allí para rezar.
  • Cenáculo: la habitación donde Jesús hizo la Última Cena, antes de ser arrestado y crucificado.
  • El Pentecostés: Según la información que he buscado, algunos autores coinciden en que el Cenáculo y el Aposento Alto serían lo mismo, o que estarían cercanos –ubicados en el mismo monte–. Lo que sí es indudable es que en las colinas de este cerro comenzó el derramamiento del Espíritu Santo y la posterior difusión del evangelismo.
Jerusalén, el monte y todos los lugares sagrados: dividido en dos hasta 1967

Desde que el Emperador Tito decidió invadir Jerusalén y destruir varios lugares sagrados para los judíos, como el Templo –aquí se cumplió parte de la profecía de Mateo 24– y fueron expulsados sin tener tierra ni país hasta la creación del Estado de Israel. 

La historia es larga y difícil de resumir, pero esto sucedió entre 1948 y 1967, la Tierra Santa estuvo dividida en dos, una parte musulmana y una parte judía. Jerusalén también. Y lo más curioso es que la parte antigua quedó del lado jordano (islámica). Por lo tanto, varios lugares estaban descuidados, abandonados o, simplemente, era difícil acceder a ellos. A las colinas de Sion les sucedió lo mismo, muchos años estuvieron abandonadas o cubiertas de piedras y vegetación. 

¿Por qué hasta 1967? En la llamada Guerra de los Seis Días Israel consiguió vencer a los ejércitos musulmanes y terminó apoderándose de toda Jerusalén, entre otros territorios. Desde ese momento, la visita a lugares sagrados para los judíos, como el Muro de los Lamentos, la tumba de David, entre otros, se vio facilitada. No así para los lugares sagrados islámicos.

Esta ha sido una breve explicación de Sion, el lugar donde, según la Biblia, algún día morará la verdad, la justicia y el gozo. Esto puede comenzar hoy en nosotros, si podemos tomar la tarea de «ser un Sion” adonde quiera que vayamos.

Guido Márquez
Soy de Mendoza, Argentina. Profesor de Historia y casi Licenciado en Turismo. Espero que en mis notas no encuentres respuestas, sino preguntas. Que puedas mirar al pasado para enriquecerte, no para aburrirte.