Las Sociedades Bíblicas de todo el mundo alcanzaron un hito histórico al completar la traducción de 106 versiones de la Biblia, extendiendo así el mensaje del Evangelio a más de 1,250 millones de personas en diversos rincones del planeta.
Este logro monumental fue posible gracias a la colaboración entre las Sociedades Bíblicas Unidas y otras agencias de traducción.
Durante el año pasado, se publicaron 72 nuevas traducciones, incluyendo 16 Biblias completas y 17 Nuevos Testamentos. Además, se realizaron avances significativos al completar partes de las Escrituras en 15 lenguas de señas, así como la producción de la Biblia en Braille en tres idiomas africanos.
Las últimas traducciones realizadas de la Biblia han sido a idiomas hablados en Angola, Benín, Rusia y Canadá. En concreto, tras 25 años de trabajo, un hombre canadiense de 83 años completó la traducción al idioma Mohawk. Este nativo admitió que “trabajar con la Palabra de Dios nunca cansa”.
Entre los logros más destacados se encuentra la finalización de Biblias de Estudio en diez idiomas hablados por más de 833 millones de personas en regiones que abarcan Asia, Europa, América Latina y el Medio Oriente.
En la actualidad, la Biblia completa está disponible en 743 idiomas, alcanzando aproximadamente a 5,96 mil millones de personas en todo el mundo. Más del 70% de estas traducciones fueron llevadas a cabo por equipos pertenecientes a 155 Sociedades Bíblicas alrededor del globo.
El Secretario General de las Sociedades Bíblicas Unidas, subrayó la importancia de esta colaboración, señalando que para el año 2023, el trabajo conjunto de los equipos de traducción habrá proporcionado acceso a los textos de las Escrituras a aproximadamente una de cada ocho personas en el mundo, en diversos formatos.
También resaltó el compromiso continuo de las Sociedades Bíblicas en su misión de llevar el mensaje transformador de la Biblia a individuos y comunidades, reconociendo el poder intrínseco de este mensaje para provocar cambios significativos en la vida de las personas.
Además, en un avance trascendente en términos de accesibilidad, la Sociedad Bíblica produjo la primera Biblia diseñada específicamente para personas con dislexia, ampliando así el alcance de la Palabra de Dios y haciendo que sea más accesible para una audiencia diversa.