Muchas veces en nuestra vida festejamos este día especial, pero no entendemos el significado profundo que tiene.
Por otro lado, el marketing que le han hecho nos trajo una ceguera espiritual y dejó de lado el verdadero significado de la navidad. Por eso, ahora a través de 3 principios, recordaremos cuál es el verdadero significado y por qué es tan importante para nuestras vidas.
1) La navidad es Luz y no tinieblas
Juan 1:9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
Es luz para salvación
Estábamos cegados por el pecado, escondidos bajo tinieblas, pero Jesús nació para traernos libertad y salvación a nuestras vidas sin merecerlo.
Jesús es luz y no marketing
Juan 1:10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
No podemos otorgar la navidad a un Papá Noel, un arbolito o fundamentos así. Porque el verdadero significado de la navidad es y será para siempre Jesús. Su amor traspasa todo marketing, toda frontera, idioma, cultura y etnia.
2) La Navidad Marca un antes y un después
Antes del nacimiento de Jesús había tristeza en nuestros corazones a causa del pecado, de la esclavitud del mismo, pero Él nació para darnos alegría y marcar nuestras vidas con su inmenso poder.
Jesús nos marcó con su amor
Lucas 19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.(A)
Su nacimiento marcó nuestras vidas a tal punto que nos sacó de la angustia de la oscuridad, para llevarnos a su gozo eterno. Estábamos perdidos, pero Jesús nació para guiarnos a la eternidad con Él.
La Navidad nos recuerda la libertad que tenemos.
Muchas veces, a causa de las tribulaciones pensamos que estamos atados a los problemas, que nunca podremos salir de ellos, que nos arrastrarán de por vida, pero esto no es así. La Navidad nos recuerda que Jesús nació para que vivamos en plenitud con Él, y esa plenitud quiere decir que si lo tenemos a Él lo tenemos todo, nada nos hace falta.
3) La Navidad nos recuerda el poder de su nacimiento
No nos podemos dar el lujo de olvidar el nacimiento de Jesús, porque trajo a nuestras vidas el poder de vencer el pecado o cualquier situación, tribulación y aflicción junto con Él. La navidad no se trata solamente de pasar una noche en familia y comer hasta explotar, va más allá de eso. Se trata del nacimiento del Mesías, nuestro consejero, Príncipe de paz, de poder y nuestro Padre eterno.
Jesús es más que un día en especial.
¿Por qué digo esto? Porque no podemos acordarnos de Jesús solamente en la navidad. Eso nos lleva a vivir una vida espiritual seca, nos hace cristianos mediocres. Realmente su nacimiento fue para que vivamos una plenitud espiritual en su Reino, y para que seamos cristianos que vivimos un evangelio puro e íntegro.
Realmente la Navidad no es Papa Noel. No es una noche más para juntarnos en familia o para llenar nuestros estómagos de comida.
La navidad marca un antes y un después en nosotros. Porque nació Jesús para darnos luz y sacarnos de las tinieblas. El Rey nació para que seamos hijos llenos de su poder inagotable y que otros puedan llegar a su camino.
No nos podemos dar el lujo de recordar a Jesús solamente en la navidad, sino que todos los días tenemos que recordar que nació para darnos salvación y libertad en su presencia. No sé qué clase de navidad has estado viviendo en estos años o vayas a vivir en este tiempo, pero en este día Jesús nos invita a vivir una navidad con Él y recordar su nacimiento.